Resumen
Ciudad “háptica” versus Ciudad “para la vista” en Juhani Pallasmaa
Manuel F. Lorenzo
Universidad de Oviedo
La reflexión sobre la ciudad y la arquitectura ciudadana es uno de los temas de más imperiosa actualidad, no solo
por razones de creciente hacinamiento poblacional, ecológicas o económicas, sino también por razones estéticas y
filosóficas. Sobre todo desde la irrupción de la arquitectura del acero, vidrio y hormigón, llamada moderna, de los
Mies van der Rode, Le Corbusier, etc., que ha evolucionado con fuerza suficiente desde la segunda mitad del
pasado siglo, pasando de un funcionalismo clásico plano y desprovisto de adornos inútiles hacia el giro manierista
de la llamada arquitectura deconstructiva, tipo Frank Gehry, en la que se empieza a retorcer la geometría euclídea
de los edificios curvando o doblando caprichosamente las paredes, o hacia el barroquismo arquitectónico postmoderno en el que la ornamentación tiende a imponerse por encima de la función.
A su vez, parece anunciarse una nueva crítica a estos coletazos tardo-modernos que ya no trata de retorcerlos
caprichosamente, provocando una deshumanización mayor del arte, como diría Ortega, sino que busca su rechazo y
su superación en una vuelta vitalista a las fuentes humanas esenciales que nos caracterizan de modo trascendental,
no ya como sujetos metafísicamente idealizados y plenamente computerizados, sino como sujetos existenciales,
imperfectos, finitos e imprevisibles, dados en relación con un difícil y siempre peligroso mundo entorno natural,
desde hace millones de años. Dentro de esta nueva crítica destaca con fuerza, en los últimos años, la figura de
Juhani Pallasmaa, un arquitecto finlandés de prestigio internacional que ha iniciado con un pequeño libro, The eyes
of the skin. Architecture and the senses1
, bien acogido como lectura necesaria en numerosas escuelas de
arquitectura de todo el mundo, una penetrante crítica a la actual arquitectura predominante en las ciudades más
desarrolladas del planeta, caracterizándola como una arquitectura predominantemente visual, hecha principalmente
para ser mirada. Lo cual implica un predominio de la imagen en esta nueva arquitectura espectáculo que confluye
con la llamada cultura espectáculo, la política orientada a cuidar la imagen de los candidatos, etc., propia de las
llamadas sociedades tardo-modernas.
Este libro de Pallasmaa fue seguido por otros dos libros que continúan y profundizan la crítica a lo que el autor
denomina como “ocular-centrismo” arquitectónico, formando una especie de trilogía. Son los libros: The Thinking
Hand. Existential and Embodied Wisdom in Architecture2 y The Embodied Image. Imagination and Imagery in
1 Juhani Pallasmaa, The eyes of the skin. Architecture and the senses, Academy Editions, London, 1995, and John Wiley & Sons, London, 2005;
traducido al español por Moisés Puente y editado como Los ojos de la piel por Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2012, por donde se citará. 2 Juhani Pallasmaa, The Thinking Hand. Existential and Embodied Wisdom in Architecture , John Wiley & Sons, London, 2009; también
traducido al español por Moisés Puente y editado como La mano que piensa en Gustavo Gili, Barcelona, 2012, por donde se citará.
Fecha de entrada: 24-09-20123 Fecha de aceptación: 02-10-2013
Ciudad “háptica” versus Ciudad “para la vista” en Juhani Pallasmaa | Manuel F. Lorenzo
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SEPTIEMBRE
2013
Architecture3
. El conjunto de los tres libros, repletos de cuidadas ilustraciones fotográficas y concebido por el
propio autor como un tríptico4
, puede ser interpretado como formando una estructura que ejemplifica el recorrido
que toda reflexión teórico filosófica debe hacer, según el modelo académico instaurado por Platón en el famoso
Mito de la Caverna: crítica de las apariencias, salida de la caverna buscando el fundamento verdadero y vuelta a la
caverna para reinterpretar las apariencias desde el nuevo punto de vista adquirido con el descubrimiento de la
verdad.
El primer aspecto de crítica de la arquitectura puramente visual de la ciudad “para los ojos” lo aborda Pallasmaa en
Los ojos de la piel. La salida de este mundo engañoso y alienante de la arquitectura que busca impactar con la pura
imaginería la encuentra, en La mano que piensa, regresando a una nueva explicación del conocimiento desarrollada
por filósofos contemporáneos como Heidegger o Merleau-Ponty, Satre o Lakoff que remite al cuerpo y, más
precisamente a las acciones manuales, al heideggeriano “ser a la mano”, como fuente originaria de nuestra relación
inmediata con el mundo. Y el tercer libro, The embodied image, ( “la imagen corporeizada”), trata de reinterpretar
el mundo artístico de la imagen, no de forma visual, substancial y exenta con respecto al resto del cuerpo, sino en su
conexión necesaria con la corporalidad del propio sujeto creador, o del meramente receptor o espectador del arte
que habita la ciudad y sus sofisticados edificios arquitectónicos. Trataremos, en lo que sigue, de exponer esta ida
platónica hasta el fundamento verdadero y su vuelta desde él, realizado por Pallasmaa en su transición, para decirlo
en términos heideggerianos, de la ciudad como un “ser para la vista” (Vorhandensein) a la ciudad como un “ser
para la mano” (Zuhandensein).
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